Los servicios médicos enfrentan el enorme reto de ofrecer sus prestaciones a distancia en forma rápida y efectiva. ¿Cómo será nuestro vínculo con la medicina post Covid-19?
(Fuente La Nación)
Los servicios médicos enfrentan el enorme reto de ofrecer sus prestaciones a distancia en forma rápida y efectiva.¿Cómo será nuestro vínculo con la medicina post Covid-19? Algunos cambios estaban empezando a instalarse ya en el mundo sanitario, de hecho, la consulta online para resolver cuestiones simples estaba calando hondo en la atención médica, todo mientras la gestión online de autorizaciones y las recetas digitales seguían abriéndose paso en el campo administrativo. Hasta que en este 2020 irrumpió la pandemia del Covid-19, y esa circunstancia extraordinaria aceleró con fuerza este proceso de transformación digital.
“El uso de nuestros servicios de telemedicina E-Consulta aumentó 24 veces si comparamos febrero, es decir, antes de la cuarentena, versus el mes de abril, que fue el primer mes completo con la pandemia declarada”, señalan desde Swiss Medical, donde hace tiempo habían iniciado el camino de transformación hacia lo digital. “Esta situación nos obligó ahora a reforzar los servicios de atención a distancia, en parte para evitar que nuestros asociados concurran físicamente a los centros de salud, pero también para que en el caso de tener que acercarse no estén en las salas de espera en contacto con otras personas”, explican.
Para la industria se trata de una oportunidad. Más que nunca las personas necesitan de consejos médicos confiables, y al fin y al cabo las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) también están ahí para acercar a médicos y pacientes.
La telemedicina no es para nada nueva: sin ir más lejos, desde que contamos con electricidad, teléfonos y televisión la práctica médica ha venido traspasando las fronteras de la presencialidad. Como concepto apareció ya en la década del ’70, y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende a las TICs como una oportunidad única para el desarrollo de la salud pública. De hecho en un documento de 2016 el organismo destacó que el fortalecimiento de los sistemas sanitarios a través de la e-salud “refuerza los derechos humanos fundamentales, aumentando y mejorando la equidad, la solidaridad, la calidad de vida y la calidad en la atención”.